martes, 15 de septiembre de 2009

Tainted Love

El tiempo paso y un roto fue para un descocido... nos pasábamos las tardes llorando o charlando o recordando y las noches de joda en joda.
Una noche, justo ahí, cuatro casas pasando la mía. Me senté con la señorita X.
Podríamos haber intentado ser felices, aunque sea caminábamos derecho. Pero éramos juguetes rotos y la vida era demasiado compleja para intentar ser adultos.
Sin embargo hicimos lo que mejor nos salio, contra viento y marea nos manteníamos, nos escapábamos, robábamos cada momento que podíamos para nosotros. Al principio era en secreto, nadie podía saber que estábamos juntos por que jamás lo iban a entender. Después, de a poco, la gente fue sabiendo, dándose cuenta y cada vez lo nuestro era más abierto y conocido.
Para el final del primer año juntos, ya sabían casi todos nuestros amigos, mis hermanas y su madre ya me detestaba. Me había peleado con Ariel por esta razón y varias personas murmuraban pavadas cuando nos veían juntos, algunas de esas personas ni idea tenia de quienes carajo eran.
Mi relación con la señorita X me trajo más de un disgusto y de una pelea, pero finalmente, lo que habría de terminar con todo fue lo mismo que termino con todas mis relaciones anteriores y posteriores. Mi propia manera de mierda de tratar a las personas.
Muy acertadamente me dijo mi viejo "el que se quema con leche ve una vaca y llora" después de la muerte de Tomás. Y eso es justamente lo que me paso con la señorita X, ella, pobre niña estaba perdidamente enamorada de mi, yo, pobre pelotudo, estaba profundamente aterrado de reconocer que me había enamorado.
Casi a los 2 años de relación y en la ciudad de Mar del Plata, a 400km del lugar donde empezó, nuestra relación llegó a su fin.
Claro, poco sabia yo en ese momento que la señorita X tenía tanta paciencia...
Pero bueno, esa es una historia para otro post.

1 comentario: