domingo, 19 de diciembre de 2010

It's A Kind Of Magic

Más o menos en paralelo con el momento del post anterior (uno o dos meses antes) estaba una noche en Flamingo's con Lucio tomando una cerveza en una mesa y había dos chicas apoyadas en la barra. Lo miré a Lucio, me dio el ok entendiendo por que lo miraba y me levante y las invite a sentarse con nosotros.
Nos sentamos los 4 tipo cita doble, de hecho, ni bien nos sentamos nos pusimos a charlar cada uno con una de ellas. La chica que estaba sentada charlando conmigo se llamaba Sol (nunca supe si era soledad, siempre fue "solcito"), era bastante linda, flaquita, no debería medir más de 1,55 y hablaba de manera rara pero interesante.
Un par de cervezas después y algo así como 1 hora más tarde, repentinamente Sol me dice que tiene que ir al baño y se levanta, Lucio, hace lo mismo y dice "voy al baño, ahora vengo".
Lo cómico de la situación es que hasta ese momento, no había cruzado la más mínima palabra con esta chica. Y al vernos de repente los dos solos sentados en una mesa, el resultado fue raro, y la charla, que JURO reproduzco aquí debajo, va a quedar grabada en mi para toda mi vida.

"Hola" - la salude tímidamente
"Hola" - me dijo al tiempo que torcía el cuello hacia un lado y hacia una mueca de dolor.
"¿Estas contracturada?"
"Si. Me esta matando el cuello"
"Eso tiene 2 soluciones sencillas, o un masaje o un buen polvo, jajajaja" - Me reí nervioso al terminar la frase al darme cuenta de la bestialidad que acababa de decir.
Merlina hizo una pausa de unos segundos, me miro fijamente y me dijo
"y que te parece que ando buscando?"
"Vivo acá enfrente, cuando vuelvan los chicos nos vamos?" le dije ni bien paso el shock inicial de su respuesta.
"ok" fue todo lo que dijo en contestación.
Nos quedamos sentados unos minutos más en silencio y cuando Lucio y Sol volvieron del baño, los 2 nos levantamos y ante las miradas que no entendían nada, solo atiné a decirle a Lucio "nos vamos, después te explico".
Yo en esa época vivía casi enfrente del bar, a unos 50 mts. y ni bien pasamos la puerta del depto, empezamos a besarnos y sacándonos la ropa nos tiramos en la cama de mi habitación (mi habitación era la primera ni bien entrabas a la casa).
Ya casi totalmente desnudos los dos y con la temperatura en ascenso me di cuenta de un pequeño detalle.
"Espera" le dije.
Me miro un segundo sin entender y me dijo "¿qué pasa?"
"¿Como te llamas? No sé tu nombre".
Me miro, sonrió y me dijo sencillamente "Merlina, me llamo Merlina".

Estuvimos casi un año juntos despues de eso. Fue un principio raro y una relación todavía más rara. Nos veiamos unicamente en el bar y sin decirnos casi palabra, nos ibamos derecho a casa a encerrarnos. Nuestra relación era así, nuestro lugar de charla, la cama. Nos contamos nuestras vidas y problemas, nos aconsejabamos entre polvo y polvo y de alguna manera extraña, eso parecía funcionar para los dos.
Claro que tarde o temprano, cuando estas cosas se prolongan en el tiempo, a alguno de los dos no le parece suficiente y en este caso Merlina (pobre Merlina) despues de unos meses me confeso que le "pasaban cosas" conmigo. Que estaba enamorada de mí y ya con esta relación no le alcanzaba, que quería probar de vernos más seguido, de hacer otras cosas.
Merlina tenía 28 años y era profesora de algo que no recuerdo en la Facultad de Bellas Artes, tenia una sonrisa encantadora, un tono de voz bajito, una suavidad en sus modos y el par de tetas mas perfectamente grandes y redondos que vi en mi vida.
Merlina tenía mala suerte por que se enamoro de un pendejo pelotudo que no se podía amar a si mismo, mucho menos, a otra persona. Unos nueve meses despues de esa noche, le dije que ella a mi no me interesaba más y que nunca me vuelva a hablar.
No volvio a ir al bar ni a cruzarse en mi camino. Cerca de medio año despues me la cruce en una fiesta, charlamos un rato y me dijo que despues de que la dejé había estado muy mal, pero que ahora estaba con otro chico y era feliz. En eso un flaco la llamo y se fue, no llegue a verlo.
Nunca más supe de ella, pero en parte le debo algo enorme. Merlina me enseño que alguien podía enamorarse de mí. Y de alguna manera sin saberlo, hoy puedo decir que fue gracias a eso y a ella, que en ese momento de mierda, empece a darme cuenta que si alguien me quería, yo también podía quererme.


Como post-data, Lucio se apretó a Solcito esa noche, y según me contó, NUNCA en toda su vida lo besaron de manera TAN horrible. Asegura que eran los peores besos que una persona podía dar.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Unchain the Night

La noche tiene algo muy atractivo, es como si en ese silencio, esa ausencia de luz y ese cambio de astros en el cielo también cambiasen a las personas. Más de una vez me paso de cruzarme con alguien de noche y sentir que era otra persona, y no en la noche del boliche, con el alcohol y la fiesta y las horas avanzadas, sino en la noche más común, de una vuelta a la plaza, de sacar a pasear a las perras. La noche es rara para con la gente, y la gente, es rara para con la noche. Los hay quienes sonrientes e intranquilos de día, al caer el sol se transforman en apenas unos cascarones grises, que caminan por la vida cual zombi arrastrando un píe después del otro. También están del otro lado, los que no están vivos si no es de noche, o los que viven de noche únicamente.
La noche es todo aquello que se desconoce, es el tiempo de las brujas y de los espíritus, cuando la gente se hace chica, la voluntad se hace débil y la tristeza y el miedo se hacen grandes.
La noche tiene algo que te seduce, que te llama, tiene ese canto de sirena que sabes que te lleva a hundir el barco, pero seguís por ese camino igualmente, por que como el canto de las sirenas, es demasiado lindo para poder resistirlo.
Ya a esta altura había dejado la carrera y me encontraba trabajando en el cyber y haciendo algunas changas para ganar un poco más de plata. Flamingo's era el lugar para salir y Lucio (mi amigo Lucio) era siempre el que me hacia la segunda.
Yo había estado ahí el día (la noche mejor dicho) que Flamingo's abrió, terminamos esa noche unos 10 gatos locos, sentados con uno de los dueños tomando cerveza y charlando de las esperanzas que tenían para el lugar, humilde, pero con un detalle importante. Era un bar de ROCK, no de cumbia, no de marcha, no de NADA que no fuese ROCK. Era el paraíso de la buena música en la ciudad, y como tal, no tardo en volverse un lugar popular. Yo había estado la primera noche con esas 10 personas, y había estado al fin de semana siguiente, y al otro. Estuve cuando éramos 50, cuando éramos 100, cuando no se podía caminar de la cantidad insoportable de gente que había adentro. Era amigo de los dueños, del DJ y de la mayoría de la gente que iba. Mis noches muchas veces empezaban en ese lugar, y mis días también, desayunando pizza que hacíamos a las 9 AM mientras se cerraba la caja y se reponían los freezers para dejarlo listo para el otro día.
Flamingo's tenía 4 dueños, todos ellos de Loberia. 3 de ellos, habían estado siempre, y ya todos los conocían, el 4to... ese era un misterio, no recuerdo si lo conocí en algún momento. CREO nunca haberlo visto pasar por el boliche siquiera.
Una noche, de las tantas noches de verano calurosas en la ciudad, yo como siempre dando vueltas por atrás de la barra y charlando con los chicos hasta que el lugar se vaciaba un poco y del otro lado se podía caminar, Nachito, cansado de los mangazos de los clientes. Me miró fijo, esas miradas que no precisas más que hacerlas para que el otro te entienda. Y cuando se dio vuelta le dijo al flaco que le pedía la cerveza gratis.
"No puedo dártela, hoy no elijo yo, ves ese flaco, se llama Camilo, es el 4to dueño de acá, si el te autoriza, yo con gusto".
A partir de esa noche y durante meses, hasta que me volví a Tres Arroyos, la noche fue mía.

Shoot to thrill

Si, estoy hecho una larva, lo tengo muy en cuenta, la verdad que esto de no postear nada en un par de meses no tiene otra excusa o razón más que el hecho de que no lo hice.
En fin, mi vida ahi estaba, volviendo de Mar Del Plata, mi cabeza hecha un desastre, mi corazón pobre cada ves mas dolorido y confundido y yo en sumatoria, hecho un harapo.
Me gustaria poder contar un poco más, pero la verdad que en esta parte de mi vida sencillamente me movi en piloto automatico, no tengo ni referencias ni fechas ni nada, solo me acuerdo de sentirme para la mierda y vivir en la casa de mis viejos, que pasaba por mi cabeza o en mi vida en esa epoca, no tengo la mas minima idea.
Si recuerdo con cierta seguridad un buen día que charlando con mis viejos me dijeron que me hermana se iba a estudiar a La Plata, que me fije si algo me gustaba. Estaba en esa epoca haciendo mis primeras armas en diseño web, y yo, enloquecido con las posibilidades y acorralado por la vida, dije "¡¡¡quiero ser diseñador!!!" y a ese barco me subi.
Un par de meses despues estabamos todos viajando a La Plata con la gran mudanza, yendo a la casa de calle 8, en la que antes que nosotros habia vivido una bruja y habia dejado pegotes de cera en cada esquina de la casa.
Esos primeros días pasaron como una bruma, nos la pasamos acondicionando el lugar junto con mis viejos y, cuando quise darme cuenta de que pasaba, mis viejos ya se estaban subiendo a un auto de regreso a Tres Arroyos y ahi quedamos con Paloma y Maria (pobre Maria).
No voy a extenderme demasiado en lo que fueron los primeros dias, tengo algunos buenos recuerdos, otros malos. La cuestion que finalmente y entre idas y venidas, empece la carrera de Diseño en Comunicacion Visual (DCV) en la facultad de Bellas Artes de la UNLP. Hubo un ingreso sencillo, conoci un par de personas y entre estudios y reniegues rescate algún que otro amigo. Mi vida mientras tanto, seguia en "Stand By".
En algún momento de la carrera, imposible aún hoy saber cuando, me di cuenta que eso no era lo mio. Que en realidad me importaba 3 carajos la historia del diseño, que esa manga de diseñadores fracasados que criticaban todo desde un lugar de soberbia no me caían bien y que la verdad, mi mente no estaba en la carrera, y mucho menos... en mi vida.
Uno de esos días que pasaban en una sucesion de desintereses escuche una vocecita, una vocecita seductora y timida que me llamaba. La noche quería recuperarme, y yo, sin nada mejor que hacer en mi vida, fui rapido para dejarme seducir con su canto de sirena.

lunes, 14 de junio de 2010

feliz dia bloggeros!

si, soy un ladrón, no posteo nada en mas de 3 meses y el unico post que hago es para felicitar a los bloggers...

en fin. Feliz dia a nosotros/as !!!

miércoles, 20 de enero de 2010

The Thing That Should Not Be

Hace años perdí a mi primo, de hecho este blog empieza con el relato de esa misma situación y de como me entere que había sucedido.
Hace años perdí a mi primo y gane dolor, mucho dolor, un dolor tan grande que creo que nunca pude poner en palabras, y aún hoy si lo intentase, no podría.
Hace años, perdí un primo, gane dolor gane un vacío muy grande en mi alma.
Hace años perdí a mi primo y gane mucho odio, odio hacia la vida, odio hacia las personas, odio hacia mi mismo por estar vivo.
Es increíble como el odio se arraiga y toma forma, como ocupa prontamente cada pequeño recoveco que le dejamos tener y lo llena mas rápido de lo que podemos darnos cuenta. Quizás por eso el odio sea tan buen negocio, por que esta en la naturaleza humana, tiene que haber algún gen primigenio, algo tan arraigado en nuestra naturaleza desde el principio de los tiempos que nos dé tanta facilidad para odiar.
O quizás sea únicamente que somos haraganes, que el ser humano como la energía, sigue la ruta de menor resistencia.
Es mucho más fácil odiar que amar, es infinitamente mas fácil enojarse y sentirse indignado por que el otro tiene o hace algo que nosotros no podemos o queremos tener que ponernos contentos por esa persona y desearle lo mejor.
Es tan fácil volvernos esclavos de nuestro odio y que rija cada momento de nuestras vidas, por que odiando no te importa nada, por que el odio empieza por uno mismo y de ahí se expande a todos los aspectos de nuestra vida, devorando cada porción de nuestro ser hasta lograr reemplazarnos por una copia igual pero opuesta, un negativo de quienes éramos que se ve a si mismo a un espejo y no se reconoce.
Hace muchos años perdí a mi primo, y gane un legado de amor y compasión, una enseñanza que recién muchos años después tendría sentido.
El amor es el suelo más fértil de todos, la semilla que se planta en el crece. Yo lamentablemente decidí plantar la semilla del odio, y vaya si creció ese odio, creció rápido y fuerte y saludable, creció tanto que si me paraba y miraba el horizonte, no podía ver donde terminaba mi odio y empezaba el mundo, creció sobre esa tierra fértil del amor hasta taparlo casi por completo.
Y ahí es donde aparece en mi vida nuevamente Tomás. Tangencialmente si se quiere, puesto que en persona ya no lo haría nunca más, pero ahí aparece.
En lo peor de mi odio y cuando la vida y la felicidad me parecían algo cada ves mas ajeno y distante, aparece otra parte de su legado, casi como una disculpa aparece alguien que no hubiese aparecido si no fuese por él. Y en medio de esa armadura de odio que cubría mi alma crea una pequeña fractura. No demasiado grande como para darme cuenta en el momento, pero lo suficiente para que exista la duda, le quita a todo ese odio su pureza y casi sin quererlo, empieza el proceso de cambiarlo y destruirlo, de dejarlo ir.
No culpo a Tomás por el camino que elegí para los años subsiguientes de mi vida, nunca lo hice y jamás lo voy a hacer, yo me encontraba en un camino marcado que indefectiblemente iba a terminar donde terminé, lo único que hizo toda esta situación fue precipitar el desenlace.
Creo que fue mejor de esta manera por que ese odio estaba ahí, y iba a seguir estándolo. Así aprendí a verlo claramente, a reconocerlo y expresarlo, a dejarlo ir.
Hace muchos años perdí a mi primo pero salí ganando, por que gané la opción de elegir. Y hoy, años después escribo esto recordando mi vida con amor, hoy no siento odio por que puedo elegir, por que ya sé a donde lleva el camino fácil, por que sé que el odio no va a ningún lado y yo si quiero ir, quiero vivir mi vida y disfrutarla, quiero ser feliz, quiero ser lo que debería ser. Y no pienso conformarme con menos.

Gracias donde sea que estés.

martes, 19 de enero de 2010

Sitting on the dock of the bay

Creo que las vacaciones son una época compleja del año, se viene el solcito y empezamos a pensar en la playa y en al fin descansar de toda la mierda que vivimos en nuestro día a día laboral (el que te dice que ama su trabajo y que jamás se tiene que fumar altísimos disgustos es un hipócrita, NADIE ama trabajar, solo que algunos lo disimulan mejor que otros).
El gran problema con las vacaciones es que jamás son suficientes, el ser humano es sedentario por crianza (que no por naturaleza, eso te lo hacen creer nomás) y cuando más se acostumbra a estar lagarteando al sol, mejor lo pasa. Así es como al inicio de las vacaciones la idea de no tener una mierda para hacer mas que buscar pelusa en el ombligo y tomar sol nos parece intolerable, para la primer semana de hacer esto, no podemos entender como dedicamos nuestra vida a alguna otra cosa que no sea esto todo el año.
Hay como en todo en la vida, diferentes tipos de personas, están los superados que dicen que se toman vacaciones pero "no las precisan" mientras la línea de la calvicie avanza a pasos agigantados en su cabeza a causa del stress que están teniendo y ya alguno de sus ojos empieza a moverse de manera sospechosa denotando el principio de un quiebre sicótico.
El que vive de vacaciones todo el año y cuando todos están al pedo tomando sol, se pone a trabajar de algo que se caga de calor como un perro y le pagan dos monedas para después justificar que se paso todo el año pelotudeando.
Esta el que tiene 4 hijos y las vacaciones son una tortura estresante peor que el resto del año y ya se ve en mar del plata en un departamento para 2 personas alquilado por quincena todos abarrotados con su mujer sus hijos y la suegra que se le coló de prepo, que cuando le decís "vacaciones" se larga a llorar.
También están los tipos como yo, trabajamos moderadamente, la vida no nos estresa demasiado pero las vacaciones nos gustan, disfrutamos ampliamente el tirarse a tomar sol y quedarse inmóviles cual lagartija, un poco de playa, la joda y los amigos y vivir comiendo esos tan lejanos asados que son moneda común en el pueblo del que venimos.
Obviamente, después de un 2009 bastante movidito y con sus altos y bajos, la señorita vida decidió que ese año había sido demasiado bueno para mi y con el fin de año ya en puerta y viendo que ya no le quedaba tiempo para joderme y arruinarme un poco la vida, aunque sea me iba a joder las vacaciones. Así es como el bendito 22 de diciembre, Rogelio, quien era mi compañero y el antiguo encargado de sistemas de esta oficina, decidió presentar la renuncia, dejándome monumentalmente ensartado y condicionando mis vacaciones a lo que mi jefe dicte que la oficina puede funcionar sin mi presencia.
Después de mucho negociar y muchas vueltas, finalmente mi tiempo de vacaciones se acordó en unos chotos 15 días incluyendo las fiestas y la primera semana de enero, época en la que ABSOLUTAMENTE NADIE estaba de vacaciones. Eso obviamente no evito que me divierta, salga bastante y aproveche para engordar unos 4 kilos en 15 días a fuerza de asado, fernet y cerveza.
El día 11 de enero a las 0:40 comencé mi viaje de regreso a la ciudad de la plata, y mientras me hundía en la butaca del Jetmar que me iba a transportar durante algunas horas los 500km que separan Tres Arroyos de mi actual hogar me entregue al sueño.
Pasadas unas tres horas de viaje me desperté, la gente alrededor mío estaba alterada, el micro detenido y había una atmósfera pesada y hostil. Después de preguntarle a una señora que tenia cara de que le habían asesinado al perrito mientras orinaban en la tumba de sus hijos que era lo que pasaba, me entere que el micro se había roto y que estábamos esperando que vengan otros micros para empezar a traspasarnos a medida que se pueda.
Sabiendo que nada que yo hiciese iba a cambiar la situación o a hacer que el tiempo transcurriera mas rápido, sencillamente busque en el playlist del teléfono algunos lindos temas y me puse cómodo en el asiento a escuchar música mientras observaba la gente y los minutos pasaban. Una hora mas tarde, apenas quedábamos unas 9 personas sobre el micro y un par de señoras que obviamente se sentían algún tipo de privilegiadas de la vida ya estaban haciendo ademanes y refunfuñando más de lo que se adivinaba saludable. En ese momento, el chofer del colectivo subió a decirnos algo.
"...poder arreglar, y el próximo micro a La Plata recién pasa en unas 2 horas, así que los vamos a pasar a uno con destino a Retiro y de ahí la compañía va a enviar una combi a buscarlos para que los traslade a la Plata" llegue a escuchar cuando baje el volumen lo suficiente para dejar que ruidos del exterior entren en mis oídos.
Mientras el buen señor chofer hablaba, las señoras oligarcas quejosas iban cambiando su semblante de interés a indignación y ya para el final de la frase, no se tenían en sí para poner el grito en el cielo, cosa que hicieron casi sin dejarlo terminar al chofer.
Dos filas de asientos mas atrás yo veía toda la escena como si se tratase de una película escuchando al magnifico Otis Redding cantando mientras el chofer era vapuleado sin sentido y tratado para la mierda por estas señoras que son tan importantes y tienen taaantos compromisos en la Plata que si llegaban dos horas tarde la vida se les acababa.
Lo mejor de todo fue cuando intentaron sumarnos a los otros pasajeros al maltrato del pobre chofer que nada tenia que ver con que el micro se rompiese y mirándome fijo una de ellas me dijo "¡esto es inaceptable, vamos a llegar como a las 12 del mediodía a La Plata!". La mire unos dos segundos meditando que respuesta darle, si decirle que era una desubicada, que el pobre chofer no tenia la culpa, seguirle la corriente y reírme con su desubicada actuación o sencillamente no contestarle. En mis oídos sonaba la muy tranquila Sitting on the dock of the bay y no pude evitar sentirme identificado con la letra en ese momento, sentado en un asiento en un micro detenido en el medio de la nada viendo la gente moverse mientras pasaban las horas.
Finalmente la mire fijo y abriendo los ojos con una cara de pelotudo bien ensayada le dije "Yo la verdad que no tengo ningún apuro por volver a la oficina, de hecho esto me queda cómodo, ¿por que no disfruta de las horas extras de vacaciones que le están regalando?".
Creo que la señora esa me dijo algo para intentar contestarme, yo sencillamente subí el volumen de la música y me volví a recostar en el asiento. El chofer no pudo evitarlo y sonrió. La otra mujer importante lo vio y eso termino de completarles la noche, ahora tenían razón para quejarse y encima el chofer se burlaba...