domingo, 11 de octubre de 2015

The ecstasy of gold

El vil dinero, la plata, la bishusha, el metalico.
Se supone que eso debería importarnos. La sociedad está armada y funcionando para que ESO nos importe, para que lo tengamos, y nunca alcance, y siempre queramos más.
Claro, a veces no lo tenemos, y ahí sufrimos y lloramos, y nos tiramos en la cama de noche a mirar el techo y pensar como vamos a pagar las cuentas.
Salirse de esto no es fácil, imposible diría yo. Por que los hippies de verdad no existen, y la verdad, los sacrificios que hay que hacer para salir de la sociedad, a mi visión no merece la pena.
Así que la pregunta es ¿como hacemos para vivir y aceptar y encontrarnos a nosotros mismos en un lugar en el que no queremos estar?
El otro día M. me regaló un billete de 2$, con una sola frase, escrita por alguna pluma anónima, que no me pareció casual. "Vos no sos un esclavo" decía el billete. y ahí lo tengo, encima del escritorio y a la vista, para mirarlo cada vez que siento lo contrario.
Pero bueno, no ser un esclavo cuando es lo que se nos pide para ser parte de la sociedad, es difícil. Por que no podemos elegir no serlo, y creo yo, el verdadero truco, está en elegir de que somos esclavos. Por que el ser esclavos del dinero es aburrido, ser esclavo de lo material lleva a un pozo oscuro y cada vez más hondo. Así que si no vamos a ser esclavos de lo material, ¿de que vamos a serlo?.
Es necesario saber y aceptar que "de nada" no es una respuesta valida, no es posible llevarla a la práctica y todo bien con las reflexiones utópicas, pero no es ese el espíritu de este posteo.
Así que vamos a pensar un poco en las opciones, la vida moderna si hay algo que tiene de fascinante, es que nos dan opciones sin fin para esclavizarnos, podes elegir de que depender en cada aspecto de tu vida. Desde una pastilla para dormir, a tener el ultimo modelo de ese teléfono que tanto te gusta. Podes ser adicto al gimnasio, al sexo, a las drogas, podes ser adicto a las relaciones enfermizas en tu vida (me declaro un tanto culpable de esto). Podes ser adicto a la libertad (simulada, siempre somos esclavos, hasta de ser libres). Podes hasta elegir una religión o un deporte y dedicarle tu vida. Podes ser adicto al Facebook, al Twitter, al porno. Podes ser adicto a las comidas dulces, a las saladas, a la comida sana, a hacer yoga, a nadar, a estudiar, a aprender.
Mirate a vos mismo como una marioneta, sin hilos no te moves, si nada te ata y nadie te mueve, no haces más que estar tirado y ser un amasijo inerte en el suelo. Así que unos hilos vas a precisar, tratá que no sean demasiados, por que sino cuando quieras mover un brazo, vas a depender de 25 hilos, en vez de 2. Y eso, a la larga, es un problema. Tratá de que no sean demasiado pocos, por que tampoco querés estar duro como una barbie y no poder expresarte. Tratá de buscar un equilibrio y encontralo. Anda atando y cortando los hilos que atan tu vida, por que esa es la verdadera elección que te queda, busca los que se sientan cómodos, no todos los hilos son para todas las marionetas, algunos son demasiado débiles, otros demasiado pesados, otros demasiado rígidos y otros tantos, terminan en la nada, son hilos sin una mano del otro lado, no generan más que ataduras sin movimiento (esos esquívalos por que son los peores).
Así que al final del día no podemos elegir no ser, pero podemos, con paciencia y equivocándonos mucho y llorando otro tanto, elegir de todo eso que tenemos y de todo eso que podemos, armarnos a nosotros mismos.
 Y cuando la vida te agobie. Acordate, VOS NO SOS UN ESCLAVO. Sos la resultante de tus elecciónes.

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