sábado, 22 de agosto de 2015

Interlude

Vamos para adelante, en todo sentido, pasaron años desde que escribí la ultima entrada, mi vida cambio, yo cambie. ¿Vemos que sale?

Del bar me fui al cyber, medio borracho a charlar con El Ruso, se me rió. Principalmente cuando le dije que no sabía el nombre de la chica, pero era el amor de mi vida.
Y claro, despertarse al otro día, y ver la realidad sin alcohol, acordarte que por el alcohol podes asegurar poco, y tener una cara grabada en la memoria que de a ratos es tan clara y de a ratos se difumina.
Me desperté, sonriente y contento, sin memoria pero con convicción, pasó una semana, llego el viernes de nuevo, y salí. Di vueltas, fui a un lado, al otro, busque, fui y volví. Me pareció ver caras conocidas acá y allá, pero no tenía ninguna seguridad, y sabia, que si era ella, iba a estar seguro. Pasó un fin de semana, después otro, y creo que otro y otro.
Y uno es chico, y el tiempo pasa, y la memoria ya no es tan clara entre fin de semana y fin de semana y vaso de birra y vaso de birra.
Y me olvidé.
 

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